Por Carlos Acosta Córdova
MÉXICO, D.F., 5 de julio (apro).- El recuento total de 500 paquetes electorales en el distrito con cabecera en Ixtapaluca, Estado de México, impidió que, por lo menos hasta las 10 de la noche, el IFE pudiera dar a conocer el resultado definitivo de la elección presidencial.
Sin embargo, con el 99.16% de los paquetes revisados –más de 68 mil–, las tendencias eran las mismas: Peña Nieto, con casi siete puntos porcentuales arriba de López Obrador y 12 encima de Vázquez Mota; o como lo dijo el consejero electoral Marco Antonio Baños: “Hay una enorme consistencia entre los tres instrumentos utilizados para contar los votos: el conteo rápido, el PREP y los cómputos distritales.”
El Consejo General del IFE reanudó su sesión extraordinaria a las 7 de la noche, cuando iba un avance de 98.69% en la revisión de los paquetes electorales.
Estimaban los miembros del Consejo que mientras transcurriera la sesión, podrían concluir los cómputos distritales. Pero el caso Ixtapaluca atoró la conclusión de los mismos y, por tanto, el resultado definitivo y legal de la elección presidencial.
El consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, anunció un nuevo receso de la sesión extraordinaria, que se reanudará este viernes a las 12 del día.
En las tres horas de la sesión de la noche, pocas intervenciones hubo de parte de los consejeros electorales, unas cuatro apenas.
Fueron los representantes de los partidos los protagonistas de la noche: todos contra todos. O mejor: PRI, PAN y PVEM, contra PRD, PT y Movimiento Ciudadano. Pero las acusaciones mutuas fueron las de siempre: rebase de topes de gastos de campaña, compra y coacción del voto, manipulación de votantes…
En medio de la confrontación entre partidos –que llevó a varios consejeros al bostezo franco–, el Movimiento Progresista –los tres partidos que impulsaron a López Obrador–, en voz de Camerino Márquez, representante del PRD ante el IFE, reiteró que presentará la próxima semana una impugnación “genérica” ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en la que se solicitará la nulidad del proceso de elección de presidente de la República, en virtud de las múltiples irregularidades que se suscitaron antes y durante la jornada electoral del 1 de julio.
También durante la sesión, el perredista dio a conocer que él y los representantes electorales del Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, se reunieron con el director de la Unidad de Fiscalización de los Recursos de los Partidos Políticos (UFRPP), Alfredo Cristalinas, para solicitarle les informara del estado que guardan las quejas que el Movimiento Progresista ha estado interponiendo desde el 26 de abril sobre el rebase de gastos de campaña de Enrique Peña Nieto y la coalición PRI-PVEM.
Cristalinas, según Camerino Márquez, les respondió que él no está obligado a rendir ningún informe ni a adelantar ningún avance de lo que ha venido desarrollando la UFRPP como líneas de investigación.
Por lo tanto, solicitó al Consejo General, con fundamento en el artículo 377 del Cofipe, “se nos pueda entregar los resultados y los proyectos de resolución respecto a dichas quejas que tienen que ver sobre el gasto de campaña exagerado, la contratación de tiempos indebidos y menciones en radio y televisión.”
Con las escandalosas irregularidades que cometió el PRI, dijo Camerino, y que violan los principios de equidad, legalidad y transparencia, “no puede haber una calificación ni una declaratoria de un resultado electoral, cuando el PRI estuvo pagando por los votos. La compra masiva que se registró durante estos últimos días da prueba de ello.”
Leonardo Valdés Zurita le respondió con un tono muy parecido a lo que popularmente se conoce como “darle el avión”:
“Analizaremos con la Unidad de Fiscalización la pertinencia de su solicitud.”
